Esta silueta femenina podría ser yo, desnuda, mirando al horizonte donde los perfiles de los carámbolos se entremezclan con los trazos lineales de las edificaciones de mi pueblo.Parece como si me dispusiera a volar, como las garzas que atraviesan estos campos al atardecer en sentido contrario en estas fechas otoñales, buscando mas alimento y calor para sus vidas.
No tengo frío en esta ventana desvencijada que se me sirve de apoyo para visualizar la gran inmensidad de mi paisaje Aljafareño.
Tengo poco tiempo para escribir, mis quehaceres cotidianos me lo impiden, pero en algunos momentos necesito sentirme e imaginarme como en la foto, respirando hondo y tranquilidad de espíritu. A veces cierro los ojos y me dejo llevar por los pocos aires y sonidos que vienen del centro del pueblo. Otras veces vienen hedores que intentan nublar mi mente, ya no son los humos de los hornos que escupían los hollines hasta hace poco tiempo, ni siquiera escucho ya, cuando pequeña el trinar de las vagonetas del tren, pero siguen sibilinamente otros sonidos y olores que de vez en cuando siguen las laderas de los cerros, hasta llegar a esta ventana mía desvencijada. Y esta silueta mía desnuda esperando que el hedor pase y vuelvan las fragancias para que sin respirar hondo me sienta como en el cielo, acariciando los paisajes de mi tierra y escuchando las voces de un pueblo harto de tantas traiciones, conspiraciones y zancadillas entre sus dirigentes.
Hoy el cielo está mas gris y hace un poco de fresco, pero yo seguiré desnuda sentada en la ventana desvencijada que a veces me hace soñar y otra me desespera... solo el horizonte me tranquiliza, seguiré mirando hasta embriagarme de optimismo.
CARAMBOLO-CAMAS
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